Hace apenas una semana estuve, como JM Salazar, en un boda increible y totalmente distinta, y es que, con una pareja tan divirtida com Yoli y Javi, no podía ser menos.
En la casa del novio coincidimos con el abuelo de 82 años y una energía desbordante, y tambien con su bonita perra que fue esa "presencía no humana" encargada de llevar los anillos.
La casa de la novia fue un no parar de entrar y salir personas, todas guapisimas y con aquellas caritas de felicididad y emoción al ver lo preciosa que estaba la novia.
En el restaurante Molina del Real nos esperaba una carpa preciosa, una decoración increible, y sobre todo un "no maestro de ceremonías", que, junto a la música en directo, fue el alma de la fiesta. Si, fiesta, porque esta boda fué una fiesta al amor.
¡OS DE SEO LO MEJOR PAREJA!